Los talleres de psicomotricidad en familia son una buena oportunidad para pasar un buen rato padres e hijos, en un espacio acogedor y seguro. Nuestra colaboradora Pau nos explica su experiencia.

Conocí a Laura, psicóloga y psicomotricista una de las integrantes de Motriko, en el Casal del barrio, donde era la dinamizadora de la LudoNadons (tan recomendable si acabáis de ser madres).

Me picó la curiosidad cuando nos contó las jornadas de psicomotricidad en familia que estaba organizando juntamente con la asociación Aspanias, en el centro de Barcelona. Así que decidimos probarlo. El taller está dividido en tres partes: primero el contacto, el sentarnos todos, mirarnos las caras y “calentar” pies y manos.

A continuación viene la libertad de movimiento. Es una sala totalmente segura, donde hay varias colchonetas, módulos para que padres e hijos se dejen llevar y sean capaces de organizar diferentes estructuras, como montañas o puentes. También hay pelotas blanditas, un columpio… un montón de materiales muy sencillos para que, entre todos, disfrutemos de un tiempo de calidad.

La tercera parte del taller es de recogimiento, nos volvimos a sentar, relajarnos y cantar una canción de despedida.

La psicomotricidad ayuda a integrar el cuerpo con las emociones, mejora la comunicación entre padres e hijos, favorece una relación más cercana y coherente y, además, ofrece un espacio de reflexión para padres. A Òscar le gusta este tipo de actividades en la que todos nos implicamos, le gusta cuando yo también hago “la croqueta” sobre la colchoneta o hacemos una guerra de cojines o hacemos una torre y la tiramos, así sin más. Por eso cuando le digo de ir a psicomotricidad va corriendo a la puerta.

Ahora mismo hay un taller de psicomotricidad en familia para papás/mamás con bebés de 0 a 2 años. También te animo a seguir a Motriko en sus redes sociales y estar atent@s para próximas convocatorias. Y como “bonus”, en su Facebook cuelgan artículos muy interesantes sobre crianza.

Motriko también ofrece talleres de psicomotricidad terapeútica, acompañando a niños que muestran dificultad en las relaciones sociales, poca auto-regulación emocional, baja tolerancia a la frustración, miedo, angustia o inhibición, déficit de atención y/o hiperactividad (TDAH), rasgos propios del espectro autista, retraso en los aprendizajes o en el lenguaje, y un largo etcétera.

www.motriko.com

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